5 cosas que tu uniforme comercial NO debe tener
Arrugas: el uniforme profesional siempre debe ser planchado y estar en perfecto estado. De lo contrario, da una imagen de poca profesionalidad o persona dejada y desorganizada.
Suciedad: esto es muy obvio, pero puede suceder que se manche y no tenga la prenda de repuesto y tenga que seguir trabajando así. Por supuesto que da muy mala imagen y puede afectar mucho la transacción comercial y la imagen.
Mal olor: tener también en cuenta el tema de los olores, pues esto se percibe no en lo visual sino en el ambiente. Puede que en los días de mucho calor se transpire en demasía y se produzca un olor desagradable. Además, al ir a un sitio a comer tener en cuenta que no se adhieran los olores en el vestuario laboral porque hay que continuar trabajando por la tarde.
Textil equivocado: hay que tener mucho cuidado en usar un textil de mala calidad o no adecuado a la época o temporada. Se puede pasar mucho frío, mucho calor y además, no da buena imagen.
Informalidad: según la división comercial en la que se trabaje, el uniforme laboral debe estar acorde al nivel de lo que se vende, por ejemplo, si el producto o servicio es premium, high ticket, o de economía perfecta, este debe estar a la altura y ser coherente. De todas formas, en el sector comercial un uniforme demasiado informal no es recomendable, porque este ayuda a dar una imagen de marca y también puede incidir en el cierre de la venta.
Creamos prendas que proporcionan comodidad a los trabajadores durante toda la jornada laboral y que pueden ser adaptadas a cada uno de ellos.